
Escalada Pared Cerro Dragón 1974

Escalada a la pared Sur del Dragón
Por Roberto Salas Arroyo.
Primer intento de escalar el Cerro Dragón en el año 1969.
Sabíamos de la existencia de esta montaña imponente, la cual posee la pared de piedra más alta de nuestro país, y una de las más complejas para ser escalada.
El Cerro el Dragón, conocido como la montaña Caraigres por los indígenas Huetares, se ubica en la Legua de Aserrí. tiene una altura de 2506 metros.
Es un volcán extinto, y esto lo demuestran los vestigios de piedra. También se le ha conocido como cerro los Cuarteles, ya que durante la Guerra Civil de Costa Rica de 1948, se escondieron armas en las cuevas de esta montaña.
En 1969 viajamos al Cerro el Dragón con la intención de escalarlo, el grupo lo componíamos, Yeudy Monestel (nuestro Instructor), Jorge Chaves Arias, Geraldo Jiménez Monge, Rafael Ángel Fallas Coronado y mi persona Roberto Salas Arroyo.
Nos desplazamos en la Unidad Vehicular de la Cruz Roja Costarricense número 21 conducida por Juan Rafael Calvo, era mi primer acercamiento a esta montaña tan particular y sabíamos que no había sido escalada antes.
Iniciamos la escalada, al llegar a una cornisa (una salida de la piedra que requiere de una buena técnica para abordarla) de unos 30 cm de ancho por 15 o 20 metros largo, y a una altura aproximada de 100 metros. El primero en pasar fue Fallas, uno a uno iríamos pasando. Llegó mi turno, quedaron en espera Yeudy, Chaves y Jiménez cubiertos en una saliente de roca. De pronto, estando yo a la mitad del recorrido se oyó una explosión, una roca se había desprendido justo encima de mi persona, seguramente la adrenalina generada me permitió esquivar la lluvia de trozos de piedra, algunos bastante grandes como para desprenderme de la cornisa; todo quedó en silencio, los compañeros se asomaron al vacío para buscar mi cuerpo, pero por la gracias de Dios ahí estaba, asustado pero intacto.
El señor Yeudy Monestel dio la orden de abortar la misión y en esta ocasión no fue posible completar la escalada. Ciertamente tuvimos de que conversar por varios días.
Segundo Intento para Escalar el Cerro Dragón en el año 1974.
Esa experiencia en 1969 me marcó y se volvió en mí una obsesión hacer ese ascenso.
Tomé fotos para estudiar la mejor ruta y sus rutas auxiliares. Analicé las posibilidades por largo tiempo.
Una vez que la ruta se estableció, invité Jorge Chaves y a Gerardo Jiménez para que me acompañaran, pero por diferentes razones no pudieron, por lo que hablé con Yeudy Monestel, quien me puso en contacto con dos escaladores, Manuel Fernández y Orlando Álvarez, del Club de Montañistas de C.R.
Contaba con muy pocos recursos materiales y económicos para realizar esta misión. Pedí prestado equipo (cuerdas, mosquetones, clavijas) a la Cruz Roja. El Dr. Oscar Alfaro, viceministro de Salud, nos facilitó el transporte. Mi papá, Francisco Salas, me prestó cincuenta colones.
Era la Semana Santa de 1974, partimos un día jueves en un vehículo del Ministerio de Salud con destino al Cerro. Llegamos al lugar, almorzamos y subimos esa misma tarde cerca de la base para mostrarle la ruta a mis compañeros de aventura.
El viernes muy temprano subimos a la base; antes de iniciar el ataque. Les pregunté quién era mejor escalador de los dos para ponerlo como el primero de cordada, yo me coloqué de segundo para dirigir y estar preparado para cualquier contingencia, y el otro compañero cerraba la cordada.
Todo transcurrió tal y como esperábamos, desde luego encontramos diferentes tipos de obstáculos antes de llegar a la parte alta del bastión. Esa parte desprovista de maleza estaba recargada de piedra suelta, lo cual podía generar un accidente.
Nos detuvimos a analizar el ascenso, el primero de cordada escogió el lado izquierdo, poco después lo escuchamos pedir auxilio, estaba en peligro de caer, por lo que llamé al tercero de cordada para que avanzara hasta mi posición y asegurara al compañero que pedía ayuda. Yo me solté de la cuerda en que nos encordamos y escale a mano libre por el lado derecho y llegué a una parte más alta lanzándole una cuerda auxiliar con un mosquetón para que se lo enganchara a la cintura. Es importante aclarar que en esos tiempos no se utilizaban los sillines o arneses, utilizamos un “As de Guía” (un nudo de origen náutico utilizado en el montañismo) a la cintura.
Una vez que se venció ese obstáculo tomamos un descanso y proseguimos a la cumbre, la cual alcanzamos alrededor de las cuatro de la tarde, a pesar del cansancio teníamos esa bella sensación de haber alcanzado la cumbre.
Después de comer unas galletas y terminar el poco de agua que restaba, la neblina nos invadió rápidamente y con una visibilidad muy escasa, decidimos no descender en rapell, que era la siguiente parte de la aventura.
Regresamos caminado por la fila de la montaña, una ruta complicada, porque ya nuestra energía había disminuido.
Al rato de caminar, casi por intuición, nos desviamos a la derecha para llegar al campamento aproximadamente a las siete de la noche. Era una noche fría con neblina y llovizna.
Después de regresar a San José nos reunimos con el señor Yeudy Monestel y le detallamos las peripecias de nuestra hazaña.
Nuestra sorpresa fue cuando nos enteramos que Yeudy, había hecho las gestiones ante La Dirección General de Deportes para que se nos otorgara "La Medalla al Mérito Deportivo" por la misión realizada para escalar por primera vez en la historia, la pared del Cerro El Dragón.
Estuvimos en el evento nacional para recibir de manos del señor Presidente Daniel Oduber Quirós dicha distinción.




